En Omsida, a través del Programa de Atención Psicosocial a Personas afectadas por VIH/sida subvencionado por el Gobierno de Aragón dentro de los programas de interés social financiados con cargo a la asignación tributaria del IRPF, abordamos la atención biopsicosocial de las personas afectadas por VIH directa e indirectamente, complementando a las instituciones sociosanitarias. En esta segunda publicación queremos hablaros del “momento del diagnóstico de VIH”.

Inés Arredondo, psicóloga en Omsida, nos facilita herramientas para el reconocimiento de las emociones que pueden acompañarnos durante las etapas que suponen el afrontamiento del diagnóstico:

Un antes y un después del diagnóstico

El momento del diagnóstico del VIH es definido por muchos como “un antes y un después”. Comienza un “proceso” de asimilación, que lleva un tiempo y en el que se pasa por una serie de “etapas” o momentos, en los que las emociones nos acompañan y a veces, nos “enmarañan”.

No todos vamos a reaccionar de la misma manera. Cada uno de nosotros tenemos unas características de personalidad, unos aprendizajes, una experiencia y un entorno, que van a influir en la respuesta que damos a aquello que nos sucede. Unas reacciones serán más adaptativas y otras menos.

Afrontar la situación

Entre las estrategias que se relacionan con el desarrollo del bienestar personal estarían las estrategias que promueven una actitud más activa, de afrontamiento de la situación. Son las que se centran en la “resolución de problemas”, actuando de forma directa sobre ella, planificando y buscando recursos que puedan ayudarle.

En la misma dirección están aquellas estrategias que buscan cambiar no tanto la situación, si no la forma en la que yo la interpreto y por lo tanto la forma en la que la afronto. Intentar ampliar el foco e incluir los aspectos o la parte positiva, tomar conciencia de los cambios a nivel de crecimiento personal que se pueden ir dando, o ver la situación como una oportunidad de adquirir hábitos de vida más saludables, serían ejemplos.

También son muy beneficiosas las estrategias de búsqueda de apoyo social, creando una red, que permita sentirse acompañado, reforzado en cada paso. Los beneficios del apoyo social han sido avalados por evidencia científica, proporcionando muchos beneficios sobre la salud física y psicológica de las personas en general y en concreto de aquellas con enfermedades crónicas.

Estrategia de evitación

Sin embargo, en otras situaciones las personas ponemos en marcha un tipo de conductas que están muy integradas en nuestro repertorio, y que igual en un primer momento pueden proporcionarnos un cierto bienestar, pero que a medio y largo plazo pueden resultar dañinas.

Entre ellas están las estrategias de evitación, que como indica su nombre van dirigidas más a evitar el problema que a afrontarlo. El negarlo, consumir sustancias como alcohol o drogas en un intento de olvidarlo, el no implicarse haciendo como si no existiera…Puede ocurrir también que la persona se quede anclado en las estrategias de desahogo emocional, y se vea a sí misma en un bucle de sentimiento de indefensión, culpabilidad, lloro… que le impide avanzar en su proceso.

Si te reconoces en alguna de estas últimas, te animamos a que busques ayuda, a que te apoyes en los recursos que te ofrece tu entorno, entre ellos, las asociaciones como la nuestra: Omsida, en la que podemos acompañarte en tu proceso y ayudarte a crear y reforzar tu red de apoyo.

Teléfonos: 976 201 642 / 627 425 826 o escríbenos un correo electrónico: omsida@omsida.org